Cómo preparar la berenjena
Consejos
consejos de cocina
¿Se debe salar la berenjena antes de freírla o no? La respuesta es… ¡depende!
Equipo Sal: ¿Tienes tiempo y quieres un control máximo? Salar la berenjena ayuda a extraer el exceso de humedad, evitando que absorba demasiado aceite y logrando una hermosa costra dorada. Solo espolvorea con sal, espera 15 minutos, seca con un paño y fríe.
Equipo Sin Sal: ¿Tienes prisa y hambre? ¡No hay problema! Usa rodajas de berenjena secas, sin aceite, y una sartén bien caliente. Aun así, obtendrás un interior suave y cremoso con un exterior dorado y crujiente, sin pasos adicionales.

Wok
Cocinar al wok
También puedes cocinar rápidamente la berenjena en un wok. El truco está en la cantidad de berenjena que salteas. Cocínala en lotes pequeños—puede parecer un paso extra, pero garantiza que se dore por fuera y permanezca tierna y jugosa por dentro. Cada lote tarda unos 3-4 minutos. Retira la berenjena cuando esté cocinada, añade un nuevo lote y repite hasta terminar. Luego, devuelve toda la berenjena a la sartén y añade la salsa de tu elección—este método es perfecto si agregas salsa teriyaki, miso o agridulce.

Fritura
Fritura de la berenjena rebozada
Corta la berenjena en rodajas, pásala por harina o tu rebozado preferido y fríela en abundante aceite durante unos 5-6 minutos, dale la vuelta a la mitad del tiempo, hasta que tenga una costra dorada y crujiente.

Asar
Asar la berenjena
También puedes cocinar una berenjena entera. Precalienta el horno a 200°C y haz pequeños agujeros en la piel con un tenedor. Ásala hasta que esté suave, aproximadamente 30-40 minutos. La berenjena asada es la base del famoso dip libanés llamado babaghanoush, donde la pulpa se extrae y se mezcla con limón y tahini hasta obtener una crema aterciopelada.

Comprar y almacenar la berenjena
Una buena berenjena tiene una piel lisa, firme y brillante.
¿Has encontrado la berenjena perfecta? Aquí tienes cómo mantenerla fresca hasta que estés listo para cocinarla. La regla de oro: ¡las berenjenas no deben guardarse en la nevera! El frío las vuelve esponjosas y amargas. En su lugar, guárdalas en un lugar fresco y oscuro, como un armario de cocina o una bolsa de papel.