Lo que sucede es que tomar demasiada agua al día nos puede llegar a aburrir. Por eso el darle sabor al agua que debemos tomarnos con alguna fruta es una buena idea para animarnos a beber. Los cítricos son perfectos. El toque que aporta a un simple vaso de agua, hace que cambie por completo su sabor. Así es, sin más historias. Unas rodajitas de naranja, lima, limón o pomelo y veréis que maravilla. Refrescante, deliciosa y como dirían los mis peques “supervitaminada” ;)
Las fresas también son muy buenas para este remedio contra el aburrimiento de una elevada hidratación. Pruébalo también con frambuesas o arándanos. Ya me diréis lo rico que es.
Pero no sólo para los resfriados. Estamos en época de buenos propósitos y perder los kilillos que hemos cogido es uno de nuestros primeros objetivos del año. Lo primero que nos recomienda el médico o nutricionista es recuperar hábitos saludables. Pues bien, empezar por el de tomar al menos dos litros de agua al día puede ser un buen comienzo. Y si no te apetece mucho, porque no estás muy acostumbrada a hacerlo, mezcla el agua con la fruta que prefieras. Al igual que hacemos en verano. Prepárate una buena jarra o botella y que te acompañe en casa o en el trabajo.
Antes de que os deis cuenta, veréis como vuestro organismo empieza a reaccionar muy positivamente. La piel, la digestión y hasta la sensación de saciedad aumentarán. Es un buen remedio, como os digo, si os queréis empezar a cuidar.
Además de las infusiones y los zumos naturales de fruta, los caldos desgrasados de verduras también van muy bien para estar bien hidratos y para entrar en calor. Pero como el agua y la fruta, ¡qué queréis que os diga! Tener agua y fruta a mano siempre se agradece. Nos hidrata, nos nutre y nos entretiene.
Yo ya estoy con mi jarrita de limonada invernal acompañándome allá donde voy. :)